La Iglesia Armenia, siempre ha sido un refugio de identidad para todos los armenios desde el año 301.
Muchos de nuestros grandes próceres han sido haisurps de la Iglesia Apostólica Armenia como sacerdotes de la Iglesia Católica Armenia liderando al pueblo en la defensa de sus derechos.
Frente al ataque al que están siendo expuestos los integrantes del clero armenio por el primer ministro de la actual República de Armenia y por todo el mundo turcófilo que parece trabajar codo a codo con aquél, llegó el momento.
De que todos los obispos y haisurps de las iglesias armenias, incluídos también los ministros y pastores de las iglesias evangélicas armenias, expresen la verdad sobre nuestra situación jurídica y política ante el pueblo.
Y ayuden a que resurja en cada uno de nuestros corazones el gran Estado Armenia reconocido internacionalmente en el año 1920, predicando que todos nosotros somos ciudadanos de dicho Estado.
El año 1920 es un año que la historia oficial armenia de todo el mundo intenta soslayar para mantener un status quo artificial y falso que ya se encuentra en crisis terminal.
Sin embargo, ese año fue el momento cumbre de la resurrección de nuestro pueblo, ya que luego de atravesar el momento más álgido del genocidio turco, con unidad, inteligencia, organización y patriotismo, obtuvimos un aplastante reconocimiento internacional.
Fue de parte de los países más importantes del mundo para que la Armenia Histórica resucitada se convirtiera en un Estado Moderno con vigencia al día de hoy.
Intentando profundizar el separatismo ocurrido en el año 1991, ya desprovisto de Artsaj, para seguir distorsionando la realidad histórica armenia y para confraternizar aún más con Turquía y Azerbaiyán, el primer ministro de la actual República de Armenia decide ahora atacar a una de las columnas imprescindibles de nuestro ser nacional.
Desde 1991 tenemos una realidad objetiva: la actual República de Armenia se separó de nosotros.
Y desde ese mismo año, asistimos al triste espectáculo de escuchar y ver que todos los partidos políticos como las asociaciones civiles que desenvuelven su accionar en la diáspora no son contestatarios frente a esta situación.
Sino que, son los principales artífices de la defensa del status quo que hace 33 años intenta quitarnos nuestra identidad armenia para sostener a estos 29.743 km2 que por esta torpeza dirigencial cada vez están en mayor riesgo de desaparecer.
Por eso, este ataque debe ser revelador para todos y especialmente para el clero de nuestra Iglesia Armenia que debe contestarlo desenmascarando la mentira organizada desde 1991.
Hoy, como antaño, es absolutamente necesario que cada haisurp, que cada sacerdote, que cada obispo, como integrantes calificados del pueblo armenio con una misión espiritual para con él, nuevamente asuman también el liderazgo político.
Para que, junto a las autoridades de la República de Armenia Occidental, sean de los primeros en revelarse frente a un establishment pernicioso para empezar a predicar sobre la vigencia de los derechos armenios en el mundo.
Informen a todos nuestros compatriotas, de que en 1991 se ha producido un movimiento político y jurídico que nos ha dejado a todos los armenios que vivimos en Argentina (como en el resto del mundo) fuera de la actual República de Armenia pero dentro de la Armenia Histórica y de su Estado, que fue reconocido en el año 1920, con todo el derecho vigente.
El trasfondo del vergonzoso ataque de las autoridades de la actual República de Armenia a la Iglesia Armenia es profundizar la negación de la Armenia histórica.
Y de ese modo, seguir obstaculizando al pueblo originario de Armenia Occidental que somos todos nosotros, a que reivindiquemos con éxito nuestros derechos vigentes en el derecho internacional público.
P.D.: Dedico este comunicado, a nuestro Arzobispo Monseñor Kissag Mouradian, Serpasán Emérito y protagonista del video adjunto donde tuvo el valor de ir en contra de los dictados del establishment.
Y a la memoria de Monseñor Pablo Hakimian, Eparca Obispo y Exarca de la Eparquía San Gregorio de Narek, que estaba a su lado en la imagen y que oportunamente bendijo la bandera de nuestra República de Armenia Occidental.
Los armenios, juntos, venceremos. Armenia Occidental somos todos.
Dr. Guillermo A. Karamanian, Embajador de la República de Armenia Occidental en la República Argentina.
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