David Ghahramanyan
Cientos de antiguos residentes de Artsaj (Nagorno-Karabaj) visitaron el jueves pasado el Panteón Militar de Yerablur de Ereván, para honrar a las víctimas de la ofensiva azerbaiyana de 2023 y el posterior éxodo masivo de armenios de la región.
El 19 de septiembre de 2023, Azerbaiyán lanzó un ataque militar a gran escala contra Nagorno-Karabaj tras nueve meses de bloqueo en la región.
El ataque dejó 223 muertos, entre ellos 20 civiles, seis de ellos niños, según cifras oficiales.
Al día siguiente, el 20 de septiembre, las autoridades de la República de Artsaj aceptaron una propuesta de alto el fuego negociada por la misión de mantenimiento de la paz rusa, y las hostilidades cesaron alrededor de las 3 p. m., hora local.
En los días siguientes, los residentes que buscaban irse recibieron combustible gratuito para facilitar su salida.
Sin embargo, la tragedia se apoderó de ellos el 25 de septiembre, cuando una potente explosión destruyó un depósito de combustible cerca de la carretera Stepanakert-Askeran, donde se distribuía combustible a los evacuados.
A finales de septiembre, el éxodo era casi total. El 28 de septiembre, el cuartel general de información de Artsaj anunció que la República de Nagorno-Karabaj dejaría de existir a partir del 1° de enero de 2024.
Unas 115.000 personas huyeron a Armenia tras la ofensiva, vaciando efectivamente la región de su población étnicamente armenia.
En la actualidad, 23 armenios permanecen bajo custodia azerbaiyana, incluidos ex líderes políticos y militares de Nagorno-Karabaj, según datos oficiales.
Las conmemoraciones en Yerablur estuvieron marcadas por un recuerdo solemne y llamados a la justicia, mientras los sobrevivientes y sus familias reflexionaban sobre la pérdida de su patria y el destino incierto de aquellos que aún están detenidos en las cárceles azerbaiyanas.
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