Durante una entrevista en vivo en la Televisión Pública de Armenia, el Primer Ministro armenio, Nikol Pashinian, comparó la histórica Armenia Occidental con el concepto fabricado de Azerbaiyán de «Azerbaiyán Occidental».
Afirmó que el término «Armenia Occidental» irrita a algunas personas de la misma manera que el término «Azerbaiyán Occidental» irrita a los armenios.
Artículo de opinión de Vartan Oskanian, ex ministro de Asuntos Exteriores de Armenia (1998-2008).
En una declaración reciente , el Primer Ministro armenio, Nikol PashinIan, comparó las referencias armenias a “Armenia occidental” con las reivindicaciones de Azerbaiyán sobre “Azerbaiyán occidental” (refiriéndose al territorio de la actual República de Armenia).
Esta comparación no sólo es profundamente errónea sino también peligrosamente irresponsable. Distorsiona la historia, socava las legítimas reivindicaciones históricas y culturales de Armenia y da peligrosa credibilidad a la retórica expansionista de Azerbaiyán.
El término “Armenia Occidental” tiene profundas raíces históricas. Se refiere a las provincias orientales de la actual Turquía, la patria ancestral de los armenios que cultivaron una civilización vibrante durante milenios.
Esta tierra no solo fue el hogar de los armenios, sino también una cuna de contribuciones culturales, arquitectónicas y espirituales que enriquecieron la región.
A pesar de siglos de dominación extranjera, los armenios mantuvieron una presencia significativa hasta el Genocidio Armenio de 1915-1923, cuando el Imperio Otomano aniquiló sistemáticamente a 1,5 millones de armenios y desplazó por la fuerza a innumerables otros.
El reconocimiento internacional de la identidad armenia de Armenia Occidental quedó plasmado en el Tratado de Sèvres (1920), firmado después de la Primera Guerra Mundial y que concedió importantes porciones de la región a la República de Armenia.
Aunque el tratado finalmente no se implementó debido a la resistencia turca y a los cambios geopolíticos, sigue siendo un testimonio histórico del reconocimiento mundial de las legítimas reivindicaciones de los armenios sobre sus tierras ancestrales.
En marcado contraste, la invocación por parte de Azerbaiyán del “Azerbaiyán occidental” es una invención política reciente destinada a justificar el revisionismo territorial.
El Estado de Azerbaiyán recién surgió en 1918 con un importante apoyo externo, en particular de la Turquía otomana.
Antes de eso, los territorios del actual Azerbaiyán formaban parte de las políticas persas y caucásicas, sin ninguna identidad o condición de Estado azerbaiyano diferenciadas.
El concepto de “Azerbaiyán occidental” es una narrativa impulsada por el Estado diseñada para borrar la presencia histórica de Armenia y legitimar futuras reivindicaciones territoriales.
En las llanuras más occidentales de Shirak, cerca de la frontera turca, aún se pueden ver los restos de la gloriosa ciudad de Aní, testimonio de la profunda historia de Armenia.
En contraste, uno se pregunta qué restos azerbaiyanos ven los guardias azeríes desde las montañas de Armenia recientemente conquistadas y usurpadas.
La falsa equivalencia de Pashinian ignora la diferencia fundamental entre estas narrativas.
Cuando los armenios se refieren a Armenia occidental, invocamos una trágica historia de desposesión y genocidio, así como un documento jurídico internacional –el Tratado de Sèvres– que reconoció las reivindicaciones armenias.
Sin embargo, el uso que hace Azerbaiyán de “Azerbaiyán occidental” es una herramienta de negación y agresión, destinada a borrar la soberanía y la identidad cultural de Armenia.
Esta analogía errónea corre el riesgo de envalentonar la postura ya agresiva de Azerbaiyán. En las últimas décadas, Azerbaiyán ha participado en hostilidades abiertas, incluida la guerra de 2020 en Nagorno-Karabaj y la posterior limpieza étnica de los armenios de sus tierras ancestrales.
Al otorgar legitimidad a la narrativa de Azerbaiyán, Pashinian no solo debilita la posición de Armenia, sino que también socava los fundamentos históricos y morales de su nación.
Como líder de Armenia, Pashinian tiene la responsabilidad de salvaguardar la historia, la identidad y la integridad territorial de su nación.
Debe defender la verdad histórica, no diluirla con un pragmatismo equivocado o una culpa autoimpuesta.
Los armenios tienen todo el derecho a hablar de Armenia occidental, no como un llamado al revisionismo territorial, sino como un reconocimiento solemne de las injusticias que han padecido y del patrimonio que se esfuerzan por preservar.
En cambio, la retórica de Azerbaiyán se basa en la negación, la agresión y la desestabilización.
Mezclar estas dos narrativas no es sólo una distorsión de la historia, sino una peligrosa abdicación del liderazgo.
FUENTES:
https://www.instagram.com/reel/DCsP09VNDZo
NUEVO SITIO GUÍA ARMENIA MENC:
NOTAS ANTERIORES: