«CLAUDICAR» – DECLARACIÓN ANTE «ACUERDO» ARMENIA-AZERBAIYÁN – POR EL DR. GUILLERMO KARAMANIAN, EMBAJADOR DE ARMENIA OCCIDENTAL EN ARGENTINA.

Declaración del Dr. Guillermo Karamanian, Embajador de la República de Armenia Occidental en Argentina, ante el publicitado «acuerdo» entre la actual República de Armenia y Azerbaiyán del 11-08-2025. El documento es oportuno porque estas líneas hablan de usted, develándole el contexto real y el objetivo geopolítico que se persigue.

Todos los armenios que hemos nacido en Argentina somos ciudadanos armenios del Estado Armenia que ha sido reconocido por los países más importantes del mundo en 1920. 

Esto significa que desde el mismo instante en que usted nació, usted es ciudadano armenio por derecho de sangre según la normativa imperante en el derecho internacional público. 

Si usted nació antes del 21 de septiembre de 1991, usted (por el solo hecho de tener sangre armenia) desde su nacimiento fue propietario de todo el territorio milenario armenio que en la esfera del derecho internacional público delimitó en su parte occidental el presidente estadounidense Woodrow Wilson mediante sentencia de arbitraje internacional del 22 de noviembre de 1920, territorio armenio que en su frontera oriental limita con Georgia y Azerbaiyán. 

La provincia armenia de Djavajk, hoy ocupada por Georgia, y las provincias armenias de Najicheván y Artsaj, hoy usurpadas por Azerbaiján siempre fueron nuestras como todo el territorio de la actual República de Armenia y de cada una de las provincias armenias que usurpa Turquía allí donde nacieron nuestros abuelos en Armenia Occidental. 

Si nació después del 21 de septiembre de 1991, el territorio internacionalmente reconocido no sufrió modificaciones pero todos los armenios debemos tomar nota que los 29.743 km2 que componen a la actual República de Armenia nos fue arrebatado mediante una declaración de independencia presentada el 23 de agosto de 1990 por la dirigencia armenia soviética que solicitó a los demás países del mundo separarse de nuestro país usurpado y de nosotros para transformarse en un nuevo Estado Armenio independiente y pequeño, solicitud que fue internacionalmente aceptada ese día de 1991. 

Dado que todas estas demarcaciones, reconocimientos y obligaciones pertenecen a la órbita del derecho internacional público, es necesario expresar que también existe una realidad paralela con otras reglas que la determina la geopolítica de los países que dominan al mundo. 

En esa realidad donde impera la fuerza, cuando usted nació nadie le hizo conocer los derechos legales que adquiría con respecto a su nacionalidad armenia y en cambio le hicieron saber que nacía como víctima de un genocidio impune en el lugar donde sus mayores pudieron recalar obligados a un exilio forzado y desesperado para no perecer. 

Además, con mucho esmero le mal enseñaron a usted que no es ciudadano de ningún país armenio sino que es un componente de algo llamado “diáspora” y le ocultaron que todas las tierras armenias reconocidas en el año 1920 por derecho internacional son suyas. 

Le explicaron que ahora esas tierras estaban usurpadas principalmente por Turquía, Estado genocida impune, más las dos provincias que usurpa Azerbaiyán y la restante que detenta ilegalmente Georgia, y lo convencieron de que por algún motivo misterioso eso quedó establecido así y no se puede modificar. 

Luego de 1991, para la expectativa geopolítica y para todo el estatus quo armenio del mundo usted pasa “diaspóricamente” a ser un hincha de la actual República de Armenia, que como bien puede apreciar es un país diferente que a usted lo considera extranjero y que como hemos dicho se transforma en un nuevo país armenio con un pequeño territorio de nuestro propio país usurpado. 

Para convencernos de que aceptemos semejante indignidad nos confundieron a todos y nos vendieron esta nueva realidad disfrazada de una buena noticia para el interés nacional armenio. 

Todos festejamos la canallada que nos prepararon y ese festejo se prolonga hasta hoy en muchos armenios que aún no ven la realidad tal cual es. 

En el año 2004, un grupo de compatriotas excombatientes de Artsaj se dan cuenta que la geopolítica internacional en complicidad con la dirigencia soviética armenia desde 1991 desarrollan un plan que pretende dejarnos a usted y a mi, a todos nosotros fuera de nuestra condición de ciudadanos armenios y privar a nuestra Patria Armenia de que los armenios sigamos gobernando y poblando nuestro territorio milenario e histórico que detentamos desde el comienzo de la humanidad. 

Ya que casi todos los armenios del mundo paulatinamente dejaron de hablar de nuestro país armenio, que fue ampliamente reconocido en 1920, para centrar su atención sólo en la naciente pequeña actual República de Armenia que por el modo de su constitución carece del derecho al reclamo territorial ya que su separación de nuestro país integral le impide reclamo territorial alguno. 

En los primeros años del desarrollo de este plan, los mandos de la geopolítica mundial y la dirigencia armenia de la actual República de Armenia con el apoyo de las instituciones de la diáspora, apelaron a la desinformación y a la confusión para ocultarnos esta verdad y con mensajes ambiguos disfrazados de patrióticos, nos decían que lo apropiado era extremar la cautela y que las justas reivindicaciones de nuestro pueblo debían postergarse hasta el momento oportuno que nunca llegaba y que obviamente nunca llegará. 

Es así que ni siquiera cuando EEUU reconoció el genocidio turco, fue el momento para hacer algo y es que simplemente el camino por el cual transita la armenidad garantiza el éxito de nuestros enemigos que ya no se preocupan de cuidar el apoderamiento del territorio usurpado (ya que lo disfrutan a placer y sin oposición) sino que planean de qué forma usurpar todo el resto del pequeño territorio armenio que aún queda gobernado por armenios, y cómo hacer luego para que toda esa ilegalidad se legalice. 

Nunca la actual República de Armenia podrá articular un reclamo territorial porque reitero: carece del derecho internacional para reclamo territorial alguno ya que en su manifestación de independencia declaró la intención de ser reconocida como un nuevo país, separado del ya reconocido en 1920 al que adrede obvió en dicha declaración. 

Y así, como lo pidió es que fue reconocida internacionalmente. En estos casi 34 años, mientras los pergeñadores de este plan ganaban tiempo con nosotros reportando obedientes el éxito de la neutralización de nuestras reivindicaciones patrióticas, las voces oficiales armenias afirmaban que Djavajk es de Georgia, que Najicheván es de Azerbaiyán y que todas las provincias armenias de Armenia Occidental ya eran definitivamente de Turquía, invitando a los que opinábamos lo contrario a que nos demos un baño de realidad. 

Esto quiere decir que el 21 de septiembre de 1991 comenzó la claudicación. La dirigencia armenia soviética en lugar de erigirse como la dirigencia política del Estado continuador jurídico del Estado Armenia con reconocimiento internacional en el año 1920 y de ese modo unir a toda la armenidad que desde que nacimos somos ciudadanos de dicho país usurpado por Turquía y sovietizado por Rusia, decidió complacer a la geopolítica internacional.

Aunque esa complacencia significó traicionar nuestra armenidad, ya que en el mismo momento en que pidieron separarse de nosotros para constituirse en un nuevo y pequeño país armenio, tuvieron la pretensión además de convertirse en los únicos armenios del mundo relegándonos a todos nosotros a constituirnos en una hinchada cuya misión debe ser procurar por todos los medios posibles que este nuevo y pequeño país armenio se consolide como el único país armenio que existe en el mundo en desmedro del nuestro, invitándonos a claudicar el derecho internacional que los más importantes países del mundo nos otorgaron (gracias al sacrificio de nuestros mayores) en el año 1920 y que se encuentra plenamente vigente. 

La claudicación armenia comenzó en Ereván en 1991 pero se extiende a todas las comunidades armenias en las diferentes ciudades del mundo, ya que es una realidad palpable que la mayoría de los armenios han sido convencidos con éxito que la única Armenia que existe es la actual República de Armenia, por lo que los derechos internacionales adquiridos como Estado en 1920 parecería que para ellos han desaparecido mágicamente sin que sepan explicar cómo pudo ocurrir tal cosa. 

Este pensamiento absurdo y falso se sustenta mayormente en la prueba empírica que presenta la realidad geopolítica: Armenia efectivamente sólo son 29.743 km2 ocupados por armenios y todo el resto se encuentra usurpado por la fuerza efectiva de las armas, sin que nada ni nadie reivindique como armenios los territorios ocupados ilegalmente hace más de 100 años, por lo que erróneamente concluyen que la realidad es solo lo que ven. 

Esto es lo que tristemente se enseña en los colegios armenios en donde reina la ignorancia en estos temas y, como fácilmente usted puede apreciar, somos nosotros mismos los que sustentamos la usurpación enemiga en las tierras que el mundo reconoció armenias desde el año 1920, militando la resignación y la victimización y negándonos a la unión y a la organización. 

Así, tanto en Ereván como en la Diáspora, comenzó el plan claudicación de todo lo referente a Armenia Occidental, como a los territorios perdidos durante la sovietización. 

Pero como los habitantes de Artsaj decidieron luchar y vencer, la claudicación no fue posible allí y los claudicantes tuvieron que esperar hasta que la superioridad en tecnología armamentística los pudiera vencer, cosa que tristemente ocurrió hace poco tiempo atrás. 

Ahora, los claudicantes tienen un problema menos porque Artsaj ya está libre de artsajíes y quedó servida en bandeja como ya lo estaba Najicheván para que puedan acordar tranquilos con Turquía y Azerbaiyán los protocolos que finalmente intenten sepultar a nuestro país Armenia reconocido desde 1920 también en la esfera del derecho internacional público, ya que todas las provincias armenias se encuentran tranquilamente usurpadas y sin que nada represente un obstáculo para este plan genuflexo. 

El único problema que tienen los claudicantes hoy se llama República de Armenia Occidental. Y es que aquellos excombatientes de Artsaj que empezaron a develar esta trama siniestra en el año 2004 , en el año 2006 se presentaron y se constituyeron en las Naciones Unidas (ONU) y ya en el año 2011 generaron dentro del derecho internacional público al Estado continuador jurídico del Estado Armenia de 1920 y a su gobierno.

Estado que se encuentra absolutamente abandonado por todos nosotros, que somos sus ciudadanos naturales, mérito de la gran acción de los claudicantes que invisibilizan a las autoridades de la República de Armenia Occidental y que se cuidan muy bien de no comunicar esta excelente noticia al pueblo armenio, que en su gran mayoría la desconoce. 

Desde 2011 hasta 2025 las autoridades de la República de Armenia Occidental, en un compromiso patriótico asumido, hemos eludido el cerco mediático y cada vez más gente conoce la verdad, la correcta realidad armenia, que además es imposible de desmentir por los claudicantes que ante la fulgurante aparición del Estado continuador jurídico de nuestro país no saben qué hacer ni qué decir, por lo tanto escapan al tema fingiendo que nada pasa. 

Por ello, cada persona integrante del pueblo de nuestro país Armenia reconocido internacionalmente en 1920 que en el año 2025 se reconozca como integrante de la República de Armenia Occidental por ser el Estado continuador del mismo, pasa a constituir la vanguardia de la Nación Armenia que pondrá fin a todos los fantoches que claudican con alegría en nombre del pueblo armenio. 

La participación activa del pueblo reivindicando su ciudadanía armenia del país reconocido desde 1920 será el elemento que unificará la realidad de derecho internacional público con la realidad geopolítica, ya que ese simple paso determinará el comienzo de la imparable revolución armenia en el siglo XXI, que unirá como un puño al pueblo con la dirigencia patriótica a quién se le dará el mandato irrenunciable de recuperar a la Patria. 

Esto despertará los corazones armenios que serán movilizados al unísono y en todos los confines del mundo donde exista comunidad armenia, nuestras instituciones diaspóricas resurgirán llenas de vida ya que todos los armenios tendremos el objetivo común y posible de recuperar a la Patria guiados por una inteligencia patriótica que diseñará las estrategias adecuadas que surgirán de las mentes más inteligentes del propio pueblo, mediante elecciones libres con la participación de todo el pueblo. 

Hasta que ese momento llegue, debemos seguir soportando afrentas como la recibida en estos días en que somos testigos de que el primer ministro de la actual República de Armenia dio un paso más en la claudicación y firmó un convenio con el presidente de Azerbaiyán en donde afirma que Najicheván es un territorio que pertenece a Azerbaiyán. 

Todo dicho entre risas y aplausos y en el marco de una operación comercial a beneficio del presidente de EEUU. A esta altura del relato es usted el que debe decidir si quiere claudicar con la claque que festeja la tragedia del pueblo armenio o si quiere actuar como un patriota armenio. 

Usted, que es un hijo dilecto de Armenia Occidental, que tiene la sangre de sus abuelos que han nacido allí, hoy tiene la palabra y la acción, ¿Prefiere acordar con las autoridades de Ereván que dicen que el monte Ararat es un monte turco y que Artsaj y Najicheván son provincias de Azerbaiyán y que todas las provincias de Armenia Occidental son turcas en lugar de armenias? 

¿Acuerda en afirmar (como lo hacen la geopolítica internacional, las autoridades de Ereván y las autoridades de las instituciones y los medios de comunicación de la Diáspora) que el único país armenio que existe es la actual República de Armenia y que usted ya no es armenio sino que sólo es argentino? 

¿Usted también quiere ser un claudicante más? O prefiere asumirse como ciudadano del Estado continuador del país Armenia que consiguieron sus abuelos, con reconocimiento internacional vigente desde el año 1920 y a perpetuidad. 

Desde la República de Armenia Occidental, cualquiera sea su afiliación política, ideológica o religiosa, luciendo orgulloso su condición de armenio pleno, usted podrá afirmar al mundo que el Monte Ararat es armenio, que Najicheván y Artsaj fueron, son y serán siempre provincias armenias como todas las que también usurpa Turquía y presentaremos nuestros reclamos históricos, políticos y jurídicos territoriales en todas las instancias internacionales pertinentes. Usted decide. 

Si apoya la claudicación deja de ser armenio y acuerda con el status quo en que el único Estado armenio que existe en el mundo es la actual República de Armenia que a usted lo considera extranjero, y en definitiva, todo lo que ella haga es problema de ella y de su pueblo. 

Usted es un mero hincha, un espectador de mesa de café. Si en cambio, apoya al patriotismo heredado de sus abuelos, lo esperamos en la República de Armenia Occidental y participará en la elaboración de los planes armenios para recuperar todas nuestras tierras usurpadas por Turquía y Azerbaiyán, haremos justicia por nuestros mártires y  unificaremos a Armenia con un gobierno patriótico en el que todos seremos parte. 

Armenia Occidental somos todos. 

Dr. Guillermo A. Karamanian 

Embajador de la República de Armenia Occidental en la República Argentina. 

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